lunes, 20 de abril de 2009

HISTORIA DE LA RAMA


Resulta oportuno rastrear en los orígenes de la historia de la Rama la búsqueda y conquista de este ideal de ser SAGRARIOS VIVOS.


Para el 18 de octubre de 1939, bodas de Plata de la Obra de Schoenstatt, la comunidad de las hermanas regala a la Mater en el Santuario original una corona de oro que el Padre Fundador colocó sobre la imagen de gracias de la MTA el día 10 de diciembre.
Esta corona despertó una corriente en la familia de Schoenstatt y la Liga Apostólica de Mujeres Profesionales decidió buscar también cuál sería su símbolo de coronación. Se pensó que no podía ser una corona, porque la Mater ya la había recibido, también se le había regalado, mientras tanto, un cetro. Surgieron varias ideas hasta que en el verano de 1941 se aprobó la propuesta: nuestra dádiva de coronación ha de ser una digna morada para su divino Hijo, un Sagrario nuevo para el Santuario original.
Con alegría ofrecieron sus aportes materiales. Pero por la situación de la guerra no se podía terminar el Sagrario para el día previsto para la Coronación, el 18 de Octubre de 1941. La entrega, que implicaba esta coronación profunda, sin embargo fue aceptada por la MTA. Como señal de esta aceptación de entrega del renunciamiento a los planes, se puede ver la liberación del Padre Fundador del sótano oscuro ese l8 de octubre para ser llevado a la cárcel de Coblenza. Mientras tanto, la esperanza de terminar el Sagrario disminuyó mucho más. Hasta que se tuvo que enterrar los objetos de oro y plata que se venían ofreciendo.
Sin embargo, el pensamiento y la idea del Sagrario creció constantemente y mientras se realizaba la conquista de este símbolo de coronación, la Liga Apostólica de Mujeres Profesionales encontró en el Sagrario su ideal de Rama: ser, a imagen de María, un Sagrario Vivo, según el ejemplo de María en la Anunciación. Transcurría el año 1948.
Un año después, el 31 de Mayo de 1949, se revistieron las paredes interiores del Sagrario con láminas de plata. Las imágenes grabadas, muestran el paralelo entre la historia de Salvación y la historia de Schoenstatt a semejanza del Oficio del Hacia el Padre. La dádiva de coronación de la Liga Apostólica de Mujeres encontró así su culminación. Más tarde se constató que este acto se había realizado en un día muy significativo para la vida y la obra del Padre Kentenich, el día que entró en la historia de la Familia como el Tercer Hito.
El 14 de setiembre de 1968, el día anterior al regreso del Padre y Fundador a la Casa Paterna, a través de una carta que se conoce como legado del Padre a la Rama( que esta publicado en este blog), nos es regalada la confirmación de la misión de las mujeres profesionales particularmente en el párrafo que nos dice:
“El desea de corazón que Uds. Se transformen en un santo anillo de fidelidad: unido y solidario, una colonia del cielo, en la que madura como regalo permanente el hombre sobrenatural y profundo, que ve a Dios detrás de las cosas, cuya característica y misión consiste en una permanente preocupación para que a su alrededor el cielo toque la tierra”.
La Rama quiere proyectarse en el Nazareth del padre insertándose en la misión Nacional con su particular forma de ser y de vivir esa misión. Aporta al Capital de Gracias de la Familia su aspiración a la Santidad de la vida diaria, en el ámbito laboral donde ejerce especialmente su apostolado.
Cuenta para esta misión con la fuerza de la Alianza Fraterna, fruto de la Alianza Filial, que nos fue regalada y que nos lleva a tender lazos y vínculos solidarios generadores de una Patria Familia, donde Jesús y María reinen.
A partir de estas ideas es que imaginamos como podría ser el Sagrario de la Iglesia de Dios Padre. Lo imaginamos firme, tal vez con base de piedra, la hija arraigada en la confianza en el amor del Padre. Esa piedra, rosa le da una tonalidad femenina.
El Sagrario de la Iglesia de Dios Padre, será austero, mujer de pura cepa, cuyo valor es Aquél de quien es portadora. Cristo. Estará ubicado en el centro, en un lugar de mucha luz, porque tiene para anunciar al mundo la luz de Cristo, un universo de vínculos, un lugar de atracción, porque ofrece cobijamiento, invita a que los hombres se acerquen a él.

Agradecimiento: A Hna María Sofía por este material.
La foto es el interior del Santuario de Belgrano, Bs As.

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