Este año la rama de mujeres profesionales de Argentina cambia de Asesora Nacional.A continuación las palabras de la Hna María Sofía, quien acompañó maternalmente a esta rama durante seis años.
“Que por nosotras, el cielo toque la tierra”
Queridas chicas :
A través de esta carta quería despedirme y agradecerles muy especialmente la entrega de cada una por la Rama. De una manera particular reciban mi gratitud quienes fueron jefas o pasaron por puestos dirigentes.
La dirigencia es un servicio, María nos elige como instrumento y nos encomienda una misión, dándonos al mismo tiempo la libertad de eligir.
Ustedes hicieron suya esta misión, y abrazaron el ideal de nuestra Rama, hacer que “Por nosotras el cielo toque la tierra”.
Y el cielo tocó la tierra, cuando cada hija de la Reina, le dio su Sí.
Al finalizar este período de Asesora Nacional, no puedo otra cosa que darles gracias y dar gracias a nuestro Padre que me hizo el regalo de poder contemplar su fecundidad en estos años de trabajo. El crecimiento de algunas comunidades, el surgimiento de la Rama en otras. También poder acompañar los procesos a veces dolorosos cuando las Ramas perdían fuerza o la vida se apagaba.
De cruces y alegrías está hecho el telar de nuestras vidas. Sólo el tejedor y Padre sabe que los nudos e hilos cruzados que nosotros vemos en esta tierra, son puntadas bellísimas que van formando un tramado artístico por el reverso.
Así se presenta nuestra vida y la vida de nuestras Ramas… En definitiva es el Padre quien la conduce si nosotras dejamos en sus manos el timón.
También recibí por ustedes otro regalo, que siempre digo como Asesora es mi mayor alegría. Alegría que he experimentado cuando Él, me ha permitido ayudarles a descubrir el reverso del telar. Así cuando el tiempo pasa y uno mira para atrás, puede encontrar los momentos en que el Padre obró milagros en sus hijas. Contemplar el crecimiento personal de cada una, descubrir el obrar de Dios y de la Reina en ustedes es para mi, mi mayor alegría.!
Así nuevamente les agradezco por todo este tiempo compartido, por las corridas frente a las jornadas, por la entrega y dedicación a Schoenstatt de cada comunidad.!!
Estamos en el año del Bicentenario de la Patria. Y esta mirada retrospectiva a la vida de la Rama, me regala la esperanza de ver cómo es Dios en definitiva quien conduce nuestra historia.
En este año especial para Argentina, las encomiendo a cada una a nuestra Reina Inmaculada. Ella, la “Reina de la Integridad”, la mujer llena de sol, la mujer armónica; la mujer llena de Dios, les regale un corazón cálido, una mente clara y una voluntad firme.
Que Ella quien por su nobleza y dignidad irradia a Cristo, haga de cada una de ustedes una pequeña María de corazón maternal, dispuesto siempre a incluir, a entregarse por los más pobres, a aliviar el dolor de los que sufren, a dignificar con la irradiación de la pureza a quienes han perdido la mirada del paraíso.
En nosotras está hacer de nuestra Argentina, un lugar dónde el cielo toque la Tierra!. Que no decaigan vuestras fuerzas, pues la Reina está con ustedes.!
Las sigo acompañando con la oración, con el cariño de siempre.
Queridas chicas :
A través de esta carta quería despedirme y agradecerles muy especialmente la entrega de cada una por la Rama. De una manera particular reciban mi gratitud quienes fueron jefas o pasaron por puestos dirigentes.
La dirigencia es un servicio, María nos elige como instrumento y nos encomienda una misión, dándonos al mismo tiempo la libertad de eligir.
Ustedes hicieron suya esta misión, y abrazaron el ideal de nuestra Rama, hacer que “Por nosotras el cielo toque la tierra”.
Y el cielo tocó la tierra, cuando cada hija de la Reina, le dio su Sí.
Al finalizar este período de Asesora Nacional, no puedo otra cosa que darles gracias y dar gracias a nuestro Padre que me hizo el regalo de poder contemplar su fecundidad en estos años de trabajo. El crecimiento de algunas comunidades, el surgimiento de la Rama en otras. También poder acompañar los procesos a veces dolorosos cuando las Ramas perdían fuerza o la vida se apagaba.
De cruces y alegrías está hecho el telar de nuestras vidas. Sólo el tejedor y Padre sabe que los nudos e hilos cruzados que nosotros vemos en esta tierra, son puntadas bellísimas que van formando un tramado artístico por el reverso.
Así se presenta nuestra vida y la vida de nuestras Ramas… En definitiva es el Padre quien la conduce si nosotras dejamos en sus manos el timón.
También recibí por ustedes otro regalo, que siempre digo como Asesora es mi mayor alegría. Alegría que he experimentado cuando Él, me ha permitido ayudarles a descubrir el reverso del telar. Así cuando el tiempo pasa y uno mira para atrás, puede encontrar los momentos en que el Padre obró milagros en sus hijas. Contemplar el crecimiento personal de cada una, descubrir el obrar de Dios y de la Reina en ustedes es para mi, mi mayor alegría.!
Así nuevamente les agradezco por todo este tiempo compartido, por las corridas frente a las jornadas, por la entrega y dedicación a Schoenstatt de cada comunidad.!!
Estamos en el año del Bicentenario de la Patria. Y esta mirada retrospectiva a la vida de la Rama, me regala la esperanza de ver cómo es Dios en definitiva quien conduce nuestra historia.
En este año especial para Argentina, las encomiendo a cada una a nuestra Reina Inmaculada. Ella, la “Reina de la Integridad”, la mujer llena de sol, la mujer armónica; la mujer llena de Dios, les regale un corazón cálido, una mente clara y una voluntad firme.
Que Ella quien por su nobleza y dignidad irradia a Cristo, haga de cada una de ustedes una pequeña María de corazón maternal, dispuesto siempre a incluir, a entregarse por los más pobres, a aliviar el dolor de los que sufren, a dignificar con la irradiación de la pureza a quienes han perdido la mirada del paraíso.
En nosotras está hacer de nuestra Argentina, un lugar dónde el cielo toque la Tierra!. Que no decaigan vuestras fuerzas, pues la Reina está con ustedes.!
Las sigo acompañando con la oración, con el cariño de siempre.
Hna. M. Sofía.
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