martes, 9 de junio de 2009

Evangelizar el mundo del trabajo

Uno de los ámbitos fundamentales de la evangelización es el ámbito del trabajo. El trabajo es el lugar donde más tiempo ocupa al hombre. La mayor parte del día esta dedicada al trabajo y este es el mundo que debemos evangelizar.

El trabajo es un medio de subsistencia, pero es más que eso es una forma de realización personal, pero también es una forma de servicio. El Hombre se realiza sirviendo a otros.
Para la gran mayoría el trabajo es el ámbito donde se expresa solamente la razón y la voluntad pero el afecto y el corazón quedan de lado.
Queremos ser personas que trabajan también con el corazón, con el afecto y la sensibilidad.
La motivación del trabajo no debe ser solamente el lucro, la ganancia o la obligación. Tenemos que aprender a amar a nuestro trabajo, y en esa medida sentir la alegría de trabajar. La profesión no significa que ese trabajo sea fácil. Hay cosas valiosas que generalmente no son fáciles.

El misterio de la cruz se hace presente también en nuestro trabajo, en aquello que es difícil, en la incertidumbre, en un problema X, en el despido, en la reducción de personal, cuando no nos entendemos con nuestro jefe, con nuestro compañero/a de trabajo, cuando nos juegan una mala pasada, cuando nos culpan de algo, etc., etc.
Los problemas los tienen todos, pero ¿cómo los enfrentamos?

Tenemos que pedirle al Señor que nos enseñe a descubrir su rostro en el misterio de la cruz.
Los problemas cambian cuando sentimos que no estamos solos, que estamos compartiendo esa cruz con alguien y ese problema, esa dificultad no viene por casualidad, porque tenemos mala suerte, sino, porque hay una Providencia Divina.
¿A qué nos educa la cruz? ¿qué nos enseña? ¿qué nos pide el Señor?. El Padre poda su viña para que de más frutos, y ese es el misterio de cruz.Si vivimos situaciones de dolor no es para desanimarnos, sino para que podamos dar más frutos, para seguir creciendo y prepararnos mejor a aportar lo que tenemos que dar.

Tenemos que pedirle al Señor que nos ayude a trabajar en las dificultades que estamos viviendo que son propias del mundo laboral.

Nuestra profesión tiene un carácter de vocación y de misión, no son solamente talentos que Dios nos da, sino una tarea, un encargo que Dios nos da.El P. Kentenich creía y estaba convencido que la Mater nos educa, en la Alianza de Amor se hace efectiva "Nada sin Ti, nada sin nosotras", tenemos que tener conciencia que en la fuerza de la alianza, tenemos que transformar, redimir y conquistar nuestro campo laboral. La Mater nos quiere enseñar a poner alma y corazón en nuestro trabajo y de esa manera “Que por Nosotras el Cielo toque la Tierra”.
Que el trabajo sea oración
El P. Kentenich solía hablar del Rosario como una corona de rosas vivas, una corona de amor hecha de oración y vida.
Por eso en la Campaña del Rosario coronamos al Santísimo y a la Virgen Peregrina con el Rosario. Es una corona muy valiosa que tiene una gran belleza a los ojos de nuestro Padre Dios porque esta formada por la vida de Jesús y de María entrelazada con nuestra propia vida.
Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le están dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la más importante de todas.
Ofrezcamos al Capital de Gracias nuestra oración, nuestro trabajo y toda nuestra vida para que Jesús Eucaristía y nuestra querida MTA irrumpan en el mundo con sus gracias y lo transformen.

Querida Madre:

Siguiendo los pasos de Don Joao
Te pedimos que nos entregues hoy el Rosario,
Como arma para luchar por nuestra santidad
Y la evangelización de las Familias y nuestro mundo laboral.

Enséñanos a través del Rosario
A conocer y amar cada vez más a Jesús,
A contemplar su Corazón, en profundidad, en cada misterio,
Para que nuestra vida llegue a ser, como la tuya,
“un espejo del caminar de Cristo aquí en la tierra”(PJK)

Danos la gracia de rezar y vivir el Rosario
Unido a Vos y a Jesús Eucaristía,
Presente en todos los sagrarios de la tierra.

Aliados a Vos,
Queremos formar con nuestra oración y nuestra vida,
Una corona de amor entorno al Santísimo sacramento
Para que Cristo reine en el mundo y lo transforme.

Amén.

Agradecimiento: a Ceci Espíndola de Resistencia por esta reflexión.




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