sábado, 22 de mayo de 2010

En vísperas de la celebración del Bicentenario y el 31 de MAYO




La siguiente reflexión la escribió Estela Vullich; integrante de la Rama de Mujeres Profesionales de Belgrano, Bs. As. y va dirigida a otras profesionales de Argentina.¿La compartimos?


La siguiente carta que Estela nos escribió es para que podamos preparar nuestro corazón en el espíritu del Bicentenario de nuestra Patria y del 31 de Mayo.

Queridas chicas:

Acompañando las celebraciones del Bicentenario y próximamente los 61 años del 31 de Mayo, queremos unirnos a través de estas reflexiones.

Según el Padre Kentenich los "tiempos borrascosos son tiempos importantes, porque desafían y movilizan las mejores fuerzas".

Cuando hay crisis, podemos reaccionar de diversas formas: queja, resignación, irritación, protesta...La adversidad es la oportunidad; y las dificultades el desafío para crecer...

Cuando poseemos una clara escala de valores que nos guía, y ofrezca pautas para nuestras decisiones, no es posible sobrellevar y afrontar momentos difíciles.

Si trabajamos y nos sentimos impulsadas a forjar un nuevo orden social, estamos concretando metas, que se hallan en el acervo mismo de la Familia de Schoenstatt.

Nuestro Padre, en sus años de prisión en Dachau, escribió el "Cántico al Terruño", Identificó la palabra "Heimat" con Patria. Heimat...es terruño, lugar de nacimiento, tierra de los antepasados...

Si nos comparamos con otros paises colindantes, tenemos que reconocer como argentinos, que no cultivamos demasiado la conciencia de patria...

Patria...son los lazos, la estirpe, la nacionalidad, la raiz...

A nosotras, se nos regala especialísimamente el Santuario; dónde las vivencias del hogar y de la patria se avivan a través de ese vínculo.

Justamente una de las profundas características del 31 de mayo es, "la recuperación del organismo natural y sobrenatural de vinculaciones".

El hombre es un "ser atado a su nido" dice el Padre.

Vivir en una red de vínculos, pertenece a la salud anímica del hombre.

Los vínculos queridos por Dios, deben tornarse vivencias en nosotras. Esto tiene importancia para el pensar orgánico, pero no para el mecanicista.

Es necesario que hagamos la experiencia existencial de la armonía que existe entre el vínculo a los hombres y el vínculo a Dios. Ambas no se oponen ni se rechazan.

Queridas chicas:

Con la mirada de cara al futuro, digamos con el Padre: "Con María, alegres en la esperanza y seguros de la victoria hacia los tiempos más nuevos"

Con mucho cariño,

Estela.

Agradecimientos:
A Estela por escribir esta reflexión a sus hermanas de rama y a Cris de Bs As que nos la hizo llegar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario