Las siguientes fueron las reglas de oro de José Engling; aquel joven seminarista schoenstattiano alemán que ofreció su vida durante la Primera Guerra Mundial por el crecimiento y expansión de Schoenstatt.
José Engling abrió su corazón sin reservas e hizo de Schoenstatt su vida.
Su oración fue : hazme amarte sin medida y sin fin.
Su arma: nadie puede resistir a la bondad.
Su actitud: quédate camarada, yo voy por ti.
Su norma fundamental: ser fiel hasta en lo más pequeño.
La confianza es esperanza, la sonrisa, alegría.
Foto: avellanenstatt.blogspot.es
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